Odontaspis ferox, el tiburón desconocido
Al tiburón toro o solrayo se le
confunde mucho con el tiburón toro (Carcharhinus leucas), más temido por el
hombre, ya que comparten el mismo nombre vulgar en ciertas regiones. El solrayo
es, sin embargo, un pacífico e inofensivo morador de nuestros fondos canarios,
que debería ser protegido para que sus poblaciones no disminuyan.
En El Hierro
suelen verse varias hembras todos los veranos en aguas poco profundas del Mar
de las Calmas, algo que sucede en muy pocos lugares del mundo.
The Ocean
Brothers tuvieron la oportunidad de interactuar con dos hembras de cuatro
metros de longitud, durante dos semanas en el verano de 2005, y a partir de
estas observaciones, (barrigas muy distendidas y cicatrices en la piel de
haberse apareado), pudieron determinar que los avistamientos que se producían a
escasos metros de profundidad son siempre de hembras grávidas a punto de parir,
hecho que no había sido constatado hasta la fecha en Canarias. Además
comprobaron que en algunas ocasiones suelen aparecer varias a la vez, ya que
eligen las mismas zonas para descansar antes del parto.
Estos tiburones viven normalmente de 200 a 1000 metros de profundidad.
Hembra embarazada de cuatro metros de longitud.
Al final estos asustadizos tiburones se acostumbraron a nuestra presencia y nos dejaron nadar a su lado.
Desde siempre soñábamos con ver
algún tiburón, aunque no sabíamos cómo íbamos a reaccionar, ya que el miedo
siempre estaba presente. Pero así y todo seguía siendo nuestro sueño. Nos pasamos practicando apnea durante veinte años por las
costas de Canarias y no vi ninguno, hasta que en el verano de 2005 sucedió lo
inimaginable.
Justo cuando ya estábamos a punto de salir por la costa revuelta
por el reboso, repentinamente vimos sólo la punta de una cola moviéndose entre
la espuma de la orilla, aunque con muchos nervios, no dudamos en seguirla ya
que era algo excepcional. Justo cuando el tiburón salió del espumaje en la
orilla, pudimos apreciar atónitos la magnitud de lo que estábamos contemplando,
un tiburón solrayo oscuro de casi cuatro metros de largo. Pero lo más
impresionante estaba por llegar. Cuando seguíamos a este tiburón por detrás,
nos topamos de frente con otro más claro y de igual tamaño, hecho que me
paralizó durante unos breves segundos, ya que por delante parecía un tiburón
blanco.
Al final resultó que ambos eran solrayos y nos demostraron durante dos
semanas nadando con ellos, que los tiburones son unos seres muy sensibles e
inofensivos, a los que tuvimos que acostumbrar a nuestra presencia para que se
acercaran, ya que su primera sensación, al igual que la nuestra, fue miedo a lo
desconocido.
Vídeo que muestra a apneistas junto a dos tiburones de profundidad Odontaspis ferox, hecho excepcional, ya que son muy raros de ver a tan poca profundidad.
Se puede observar lo voluminoso que son estos tiburones.
Dos hembras embarazadas y descansando en aguas superficiales antes de volver a las profundidades para el parto.
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